No sé si se dieron cuenta pero esta semana que pasó salió al aire una nueva campaña de Nescafé basada en ilustraciones bicromáticas o duotono muy sencillas de personas tomando café en tazas, con el detalle de que la forma en la que se ilustraron dichas tazas se asemejan a las mascarillas que todos utilizamos hoy en día para protegernos del corona virus. Igual les dejo en mis redes y en el blog de mi web las imágenes para que tengan una idea más clara.
Resulta que para mediados del año pasado la compañía MUCINEX (compañía que produce un expectorante y mucolítico de amplia trayectoria en el mercado) lanzó de la mano del Ilustrador israelí Noma Bar y la Agencia McCann una campaña dentro de la cual podemos identificar una pieza en particular que parece haber sido la ¨inspiración¨para la campaña de Nescafé. El parecido de la pieza es obvio y nos hace pensar que tanto de innovación, de copia, de inspiración etc. hay en la pieza original y en la versión de Nescafé.
En el mundo de hoy resultan comunes los casos como este, hay puntos de vista tan variados como: ¨Si está en internet, ya es dominio público¨ o ¨Todo lo que ves en medios es una copia, no hay nada original¨o ¨el nivel creativo hoy en día, sobre todo de las grandes agencias es pésimo, las agencias, antes famosas por dedicar esfuerzos y recursos en ser originales y crear piezas icónicas hoy se han vuelto líneas de montaje donde se copian ideas sin ningún tipo de remordimiento¨
El conseguir piezas como estás, valga la aclaratoria de que son muy, pero muy parecidas nos hace pensar lo anterior. ¿Qué o cuánto de lo que aparece en internet podemos usar o mejor dicho adaptar a las necesidades de un cliente? ¿Se justifica que una marca como Nescafé, que tiene recursos y presencia mundial, lance una campaña destinada a generar polémica y que se les cuestione por copiar?
¿Está bien copiar? ¿Mucho, poco? ¿ Cuánto de nuestras ideas es realmente nuestro?
¨Los buenos artistas copian, los grandes roban¨, esta es una frase cliché bajo la que se puede amparar cualquiera y ha sido atribuida a gente como Steve Jobs, Pablo Picasso pero lo cierto es que no es original de ninguno de los dos y ha sido atribuida con sus respectivas variantes a gente como el genio musical Igor Stravinsky o el escritor William Faulkner así que podrás tener una idea de lo común que puede ser este tema.
En algunas industrias como la musical o la manufactura de productos tecnológicos parece ser un lugar común la apropiación distendida de conceptos y elementos. La publicidad no se queda atrás, en algunos casos son decisiones ejecutivas tomadas fríamente a fin de generar controversia y polémica (entre más grande la empresa peor) y ganar con esto free Press, mayor tráfico en su canales digitales, etc.
Una última pregunta: ¿Puede una agencia o profesional garantizar el 100% de la originalidad de una pieza o campaña?
En mis redes y en el blog de mi página carlitosmoralesbranding.com les dejo el par de imágenes para que saquen sus propias conclusiones.